Me preguntaba si querrías venir
alguna vez a casa a dormir conmigo.
¿Cómo? ¿A qué te refieres?
Me refiero a que los dos
estamos solos. Llevamos solos demasiado tiempo. Años. Me siento sola. Creo que
quizá tú también. Me pregunto si vendrías a dormir por la noche conmigo. Y a
hablar.
Él se quedó mirándola, contemplándola, curioso,
cauto.
No dices nada. ¿Te he dejado
sin respiración?, preguntó ella.
Supongo.
No estoy hablando de sexo.
Me lo preguntaba.
No, sexo no. No lo enfoco así.
Creo que perdí el apetito sexual hace tiempo. Yo hablo de pasar la noche. De
acostarse calentitos, acompañados. Meterse juntos en la cama y que te quedes
toda la noche. Las noches son lo peor, ¿no crees?.
Fotos:
Mindaugas Gabrenas
Texto:
Kent Haruf
No hay comentarios:
Publicar un comentario