lunes, 2 de octubre de 2017

Canto a las Walés








Son conocidas como las walés (mujeres que amamantan). Pertenecen a la tribu pigmea de los ekonda. Bajo la sola compañía de otras féminas y cubiertas a diario por un polvo rojo que baña todo su cuerpo, son honradas como dignas madres de un primogénito, quien, sin tener en cuenta su sexo, pasará a ser cabeza de una familia o de un clan. Son liberadas de las tareas domésticas y del campo para dedicarse con primor al cuidado del recién nacido, pero no tienen permitido abandonar la casa de sus padres durante los primeros seis meses de su maternidad. Después quedan al cuidado de las otras mujeres del poblado y viven en semirreclusión. Durante esa estancia, que puede durar años, tienen estrictamente prohibido ver a sus maridos. Tampoco les permiten comer en presencia de otros. 






















Su particular cautiverio durará hasta que su familia o marido consigan almacenar una docena de objetos valiosos para la tribu. Es entonces cuando se celebra una ceremonia de danzas y canciones con las que ponen fin a su aislamiento. Entre ellas existe una especie de competición por ver quién compondrá el mejor estribillo. Unas letras que suelen tratar con dolor y humor sus vivencias. Inspirado por el ritual, y consciente de la riqueza de las tradiciones realicé este tributo a la maternidad,  a la fertilidad y a la feminidad. Con la colaboración de algunos miembros de la tribu, construí escenografías que luego fotografié. Cada walé se convirtió en protagonista de su propia historia, más allá del cliché estereotipado y pesimista que con frecuencia se ofrece del continente. 











Fotos y texto:
Patrick Willocq




No hay comentarios: