VII
Aquel siembra café con sus manos rugosas.
Ese poda el café con sus ásperas manos.
Otro corta el café con manos primitivas.
Manos iguales despulpan el café.
Alguien lava el café
y se hiere las manos.
Otro cuida el café mientras se seca
y se secan sus manos.
Otro más va a molerlo
y a molerse las manos.
Después lo beberemos.
Exquisito
y amargo.
Foto:
Timothy Fadek
Timothy Fadek
Poema:
Efraín Bartolomé
Efraín Bartolomé
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