Mis viajes más bellos , los más dulces, los he hecho al calor del hogar, con los codos reposando en los brazos desgastados del sillón de mi abuela. ¿Por qué viajar si no se está obligado a ello? (...) No se trata tanto de viajar como de partir; ¿quién de nosotros no tiene algún dolor que distraer o algún yugo que sacudir?.
Foto:
Linn Geesaman
Texto:
George Sand
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