Es primero de enero y el año ha entrado con fuerza por la ventana de la habitación de Simbad Martinez. Simbad no ha sentido todavía este mensaje luminoso del nuevo ejercicio y duerme a pierna suelta, como si quisiera evitar la inexorable llegada de la resaca. Se anuncia importante, pues está vestido y calzado sobre la cama, y esa primera impresión de la ropa oliendo a tabaco es presagio seguro de un mal despertar, lleno de dudas sobre el final de la noche. Y es que los años empiezan siempre así, en ese estado casi inconsciente, para que uno no se dé cuenta de su llegada sigilosa y cuando intente resolverse sea demasiado tarde. Se habrá instalado ya, con sus días y semanas por venir, su sucesión de laborables y festivos, para recordarnos tristezas, amores, pérdidas y el día infame en que hay que visitar al dentista. Quien inventó el calendario, inventó la resaca; quien la sufre es el principal interesado en que los días se sucedan, única esperanza de que desaparezca.
Foto 1:
Cécile Charrier
Cécile Charrier
Foto 2:
Bill Jacobson
Bill Jacobson
Texto:
Miguel Albero
Ya queda menos
Miguel Albero
Ya queda menos
1 comentario:
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