
Me acuerdo de que, la noche antes de la ola, Hélène y yo habíamos hablado de separarnos. No era complicado: no vivíamos bajo el mismo techo, no teníamos hijos en común, hasta podíamos pensar en seguir siendo amigos, sin embargo, era triste. Conservábamos en la memoria otra noche, justo después de habernos conocido, que pasamos repitiendo que nos habíamos encontrado, que viviríamos juntos el resto de nuestra vida, que envejeceríamos juntos e incluso que tendríamos una niña. Más tarde tuvimos una niña, en el momento en que escribo seguimos esperando envejecer juntos y nos complace pensar que lo comprendimos todo desde el principio.


Foto 1:
Gotthard Schuh
Foto 2:
Loretta Fiore
Texto:
Emmanuel Carrère
De vidas ajenas
Gotthard Schuh
Foto 2:
Loretta Fiore
Texto:
Emmanuel Carrère
De vidas ajenas
No hay comentarios:
Publicar un comentario