En este proyecto, hemos querido transformar
grandes ciudades simbólicas en paisajes imaginarios desconocidos.
En estas ciudades fantasmales y abandonadas, hemos puesto en escena uno o varios
personajes, como los
últimos testigos de un mundo desaparecido. Estas personas están aquí para hacer frente a
un mundo nuevo donde el tiempo queda
suspendido. Han aparecido como un símbolo
de esperanza o de vida. Nuestro
deseo es, invitar al espectador a
situarse de nuevo con referencia al mundo que le rodea, que se cuestione el lugar y rol. También, nuestra
relación con el mundo y su futuro.
Fotos y texto:
Lucie et Simon
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