Todos
los lugares son el mismo lugar, todas las personas la misma persona, todas las
fotos la misma foto. Toda obra sincera es autobiográfica, es
reconocimiento.
He
querido fotografiar como se escribe, llenar el viaje de imágenes como
los escritores lo llenarían con palabras, y acumular más
memoria, más fotos, a la vieja lata de carne de membrillo que conserva el
pasado de una familia. La mía, la de cualquiera. Busco ese mundo mío en el entorno en el que me he movido a lo largo de
todos estos años, desde
Portugal al norte de Marruecos, a la Provenza francesa, reconstruyendo el pasado a partir de motivos
del presente.
Mi trabajo personal es el zumo de mis trabajos profesionales.
Cada viaje gotea y cala una imagen que he ido guardando hasta reunir este
trayecto por su memoria, a la que he dado forma. La fotografía es territorio, tiempo y viaje.
Fotos y texto:
José Manuel Navia
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