La
fotografía es congelar un momento en el que se produce el escalofrío. Yo tengo
tiritera todo el tiempo. Es igual de engañosa que la pintura. Ambas detienen un
momento de la realidad, que luego fluye y puede que no tenga nada que ver con el
instante que se ha inmortalizado. Alguien
dijo que la mente nunca olvida lo que el ojo ha inventado. Todo lo que nos
rodea me inspira y me merece respeto.
Fotos y texto:
Darío Villalba
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