La
fotografía se ha considerado como un reflejo del mundo real, una imagen espejo
de lo que hemos capturado en un momento preciso. Pero lo que los negativos
registran no es lo que nosotros vemos, es otra visión dónde todo es extraño e
inverso y es solo cuando invertimos de
nuevo la imagen cuando vemos lo que esperamos. Me interesan los efectos que
dejan una imagen extraña y añadir otro grado de confusión eligiendo fotos de
gente anónima, donde ni el que ha realizado la escena ni el contexto pueden ser
encontrados.
Fotos y texto:
Austin Schermerhorn
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