viernes, 18 de septiembre de 2015

Solarigrafía
















Mientras usted lee este texto, el fotógrafo Diego López está tomando unas 200 fotos a la vez. Lo que podría parecer un imposible ejercicio de versatilidad es posible gracias a la técnica fotográfica  con la que trabaja, una mezcla de tecnología, artesanía, paciencia y recolección. La técnica se llama solarigrafía y es posible trabajar en centenares de imágenes al mismo tiempo porque cada una tarda 6 meses en hacerse. O un año, o dos, o diez. Son fotografías de larguísima exposición en la que los protagonistas son el paso del tiempo y el movimiento del sol en el cielo. Comenzó como un proyecto para hablar de cuál es nuestra posición en la Tierra, registrando para ello las variaciones del Sol sobre el horizonte que se ven durante el año.

























Para conseguirlo, utiliza un método que mezcla las bases de la fotografía más primitiva con la última tecnología de imagen. Él mismo fabrica las rudimentarias cámaras de fotos que captan las imágenes, que consisten en un objeto cerrado con un papel fotográfico en el interior y un pequeño agujero que deja entrar la luz. Trata de que pasen al menos seis meses en su puesto, de un solsticio a otro, para así captar todo el movimiento del sol en el cielo. Se trata por tanto de una combinación de tecnología, astronomía y arte. Las cámaras se quedan en su puesto, trabajando, hasta que meses después, vuelve a recogerlas. Cuando las lleva a casa y las abre, es muy emocionante”, no solo por estar cerca de ver por fin el resultado, sino porque es posible apreciar la huella que el tiempo ha dejado en la cámara: el polvo, la tierra, el paso de los insectos en forma de nidos o telas de arañas... Una vez en su casa, extrae el papel fotográfico y lo procesa con un escáner de opacos para digitalizar el papel e invertir los colores del negativo. Ahí es donde por fin da frutos la espera de tantos meses



















Fotos:
Diego López Calvin



Texto:
Rocío P. Benavente



No hay comentarios: