En mi sueño de ayer
el grano de otros años ardía a fuego lento,
sin calor, en el suelo embaldosado.
Descalzos, lo apartaban nuestros pies como un agua límpida.
¡Oh amiga mía,
qué distancia tan débil separaba nuestros cuerpos!
La hoja de la espada del tiempo que merodea
hubiese allí buscado en vano lugar para vencer.
Fotos:
François de Brigode
Poema:
Yves Bonnefoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario