jueves, 7 de enero de 2016

El otro lado





























Según Bourdieu, los hábitos, deben ser categorizados según el rango social de los seres humanos. Así, la clase obrera funda su rutina cotidiana sobre las necesidades mientras que la clase alta lo hace sobre sus deseos, preferencias y exigencias culturales. En respuesta a esta teoría, Thornstein B. Veblen propone la existencia de una nueva clase social, la de los ociosos. Se trata de que otros hagan las tareas menos agradables para poder encargarse de las más seductoras. Este proyecto representa la rutina de algunos individuos y para destacar su importancia se ha descontextualizado a un personaje ficticio, describiendo su adaptación a nuestro mundo.






























Fotos y texto:
Jorge Pérez Higuera



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