De pronto siento el orden de las cosas,
noto que tienen un sentido, buscan
una meta. Es un golpe tan concreto,
tan físico, tan súbito, que impide
los discursos teóricos. Mejor
será callar. Las cosas del espíritu
deben decirse como las del cuerpo,
con silencios. Mejor dar un rodeo
hacia la sencillez, como si fuera
yo mismo un río. Si escribiera algo,
sea breve, como aquello que escribió
Demócrito. Un pequeño orden del mundo.
Foto 1:
Byung-Hun Min
Foto 2:
Salvatore Puglia
Poema:
José Antonio
Gonzalez Iglesias
No hay comentarios:
Publicar un comentario