La puesta en escena es un valor fundamental en el uso de la imagen. El espacio forma parte sustantiva de lo que una obra fotográfica puede comunicar. En el siglo XXI, cada vez será menos importante el relato, el contenido de la imagen, y cobrarán más relevancia las relaciones con el entorno y el diálogo entre distintos elementos. La instantaneidad, leit-motiv de la fotografía en el siglo XX, ya no es un valor fundamental y su peso está decayendo en detrimento de aspectos conceptuales o estéticos más vinculados con otras expresiones como la arquitectura, la pintura, la escultura o incluso el cine. Con Internet y la omnipresencia de cámaras en todas partes, ya no es esencial estar en el sitio adecuado en el momento justo, todos los momentos son retratados hoy. Ahora, la clave está en las relaciones y derivas que logramos establecer con una imagen.
Fotos:
Philippe Cheng
Texto:
Sema D'Acosta
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