martes, 10 de enero de 2017

No hay









No hay antes ni después. ¿Lo que viví

lo estoy viviendo todavía?


¡Lo que viví! ¿Fui acaso? Todo fluye:

lo que viví lo estoy muriendo todavía.

No tiene fin el tiempo: finge labios,

minutos, muerte, cielos, finge infiernos,

puertas que dan a nada y nadie cruza.

No hay fin, ni paraíso, ni domingo.

No nos espera Dios al fin de semana.

Duerme, no lo despiertan nuestros gritos.

Sólo el silencio lo despierta.

Cuando se calle todo y ya no canten

la sangre, los relojes, las estrellas,

Dios abrirá los ojos

y al reino de su nada volveremos.







Foto:
Kokovoko


Poema:
Octavio Paz





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