No se que me ocurre pero los años pasan y no estoy satisfecho con mi vida. Debería estarlo, pues no estoy enfermo, tengo trabajo y una pareja estable que me quiere o eso dice. Por otra parte creo ser el eterno insatisfecho. Estaría mejor más delgado, con menos arrugas, con aspecto más juvenil. Me miro al espejo y no me reconozco. La imagen reflejada es la de una persona de edad con rasgos marcados. El pelo comienza a ser canoso y mis ojos en otro tiempo verde claro ahora oscurecen. Aceptar el paso del tiempo y envejecer con dignidad no es fácil. La vida se va haciendo cuesta arriba. Miro a mis padres y veo en lo que me convertiré. Y no me gusta.
Foto:
Conde Diego Porcelos
Conde Diego Porcelos
Texto:
Ann Möll
Ann Möll
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