Justo
después del accidente de la planta nuclear de Fukushima, encontré un blog sobre
pavos reales que habían quedado en la zona de evacuación, dentro del límite de los
20 kilómetros. Empecé a imaginar esos pavos reales, paseando por la ciudad
vacía con sus hermosas alas extendidas. La imagen que tenía en mi mente
parecía tan lejos de lo que estaba ocurriendo en Fukushima. Era como si fuesen
dos capas diferentes de imágenes, la escena del desastre y los hermosos pavos se
solapaban entre sí sin unirse.
Comencé a ver las diferentes capas en casi todo después del desastre en 2011. El
accidente tuvo un gran impacto en nosotros, y sin embargo, la mayoría no
sabemos exactamente lo que pasó, lo que está sucediendo o lo que va a ocurrir
en el futuro.
Tokio
ha sido elegida la sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Algunos evacuados
han comenzado a regresar a sus hogares y muchos agricultores y pescadores han
comenzado a trabajar de nuevo. Otros se han ido hacia el oeste para estar
más lejos de Fukushima. No es mi intención ser pesimista o idealizar la tragedia. Aunque siempre
ha habido problemas las cosas bellas permanecen...
Fotos y texto:
Mijo Kajioka
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